El orden en una sociedad es importante. Sin orden es complicado cualquier tipo de construcción en el plano económico o social. Históricamente, cuando en España se ha roto el orden las consecuencias a corto plazo han sido desastrosas y lamento comunicaros que desde una perspectiva histórica una generación es justo eso, corto plazo. Debemos intentar conservar el orden por interés general.
Sin embargo es un error considerar el orden social un valor en sí mismo, cuando es solo una consecuencia. Volvemos a la Historia y si repasamos con calma puede que veamos que suele ser la injusticia social que genera uno o varios cambios la que termina por romper ese orden. Los cambios que se están produciendo en esta crisis están generando muchas injusticias y es lógico que esos cambios amenacen el sistema.
El orden sin justicia social no es un valor, es dictadura y está condenado a la inestabilidad perpetua. Un partido socialista debe contribuir en lo posible al orden, pero sobre todo debe contribuir a que no se produzcan injusticias sociales. Preservar el valor original ( la justicia social) es la mejor manera de conseguir el orden como consecuencia.
No estoy en contra ni a favor del bipartidismo. Durante las últimas décadas ha sido el vehículo que ha tenido nuestra democracia para estabilizar el sistema, para mantener ese orden. Si nos ha ido bien en general, el resultado es bueno. Pero el bipartidismo tampoco es un valor en sí mismo, ni un elemento irrenunciable a preservar. Si los españoles deciden cambiar en un futuro, tendremos que articular los cambios de la mejor manera posible para evitar esa inestabilidad preservando la justicia.
No entro a valorar el posible acercamiento de algunos ex presidentes socialistas en torno al gobierno. Si el objetivo es solo el de contribuir al orden es un error. Si el objetivo es el de apoyar al presidente a la hora de defender la justicia social en los ámbitos nacionales o internacionales donde deba hacerse, es un acierto y la mejor manera de preservar el orden.
No creo que nadie haya hecho esa segunda reflexión desde el PSOE…..y es una pena. Una pena y otro error.